Una reflexión aterrizada del México contemporáneo
A Grounded Reflection of Contemporary Mexico
Moncada Maya, Omar y Álvaro López López (coords.).
Geografía de México. Una reflexión espacial contemporánea. Dos tomos.
México, Instituto de Geografía de la UNAM, 2016.
Reseña
Germán Castro Ibarra
INEGI, germancastro.ibarra@inegi.org.mx
Vol. 8 Núm. 3 Epub Una reflexión aterrizada… Epub
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) presentó, en noviembre del 2016, el libro Geografía de México. Una reflexión espacial contemporánea. El hecho marcó el cierre de una larguísima etapa, mesurable en varias décadas, de la geografía mexicana. La anterior afirmación es correcta porque, desde mediados del siglo XX, no se había publicado una obra de alcance panorámico y con el rigor académico necesario para situarse como referente obligado para todos los estudiosos e interesados en la materia.
El proyecto fue coordinado por Álvaro López López y José Omar Moncada Maya, investigadores eméritos del Instituto de Geografía de la UNAM. En el texto de presentación, el doctor Moncada refiere la genealogía a la cual aspira a pertenecer el libro: “En 1948 el Dr. Jorge A. Vivó publicó su Geografía de México, y un año después hacía lo propio el Ing. Jorge L. Tamayo con la primera edición de su Geografía general de México. Por tanto, han transcurrido más de 65 años sin que aparezca en el mercado editorial una obra de esta naturaleza…”. El vacío que tenía que llenarse era inmenso, no solo por la cantidad de tiempo transcurrido sino, sobre todo, por la profundidad de los cambios.
De mediados del siglo XX a la fecha, el país ha transitado por una metamorfosis. Ya ni siquiera la extensión territorial es la misma, se modificó en su Zona Económica Exclusiva. En cuanto al perfil sociodemográfico, las mutaciones que hemos experimentado son sustantivas: en 1950 éramos poco más de 16.5 millones de habitantes, de los cuales dos de cada tres vivían en localidades rurales, mientras que hoy somos más de 123 millones y la mayoría (prácticamente ocho de cada 10) radica en zonas urbanas. En aquel entonces, gobernar era poblar: un año antes de que, con el sello editorial del Fondo de Cultura Económica, comenzara a circular el libro del profesor Vivó Escoto, él mismo un inmigrante, se había promulgado una modificación a la Ley General de Población de 1936, en la que se mantenía vigente el afán poblacionista.
El contexto internacional ha mutado de forma drástica: hoy, el mundo bipolar producto de la II Guerra Mundial ha desaparecido, y muchas de las principales preocupaciones que en la actualidad aquejan a la humanidad seguro hubieran resultado impensables en los primeros años de la posguerra, por ejemplo, el cambio climático ni siquiera era un tema para la ciencia ficción.
La especialidad en Geografía en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM cumpliría (hasta 1952) apenas dos décadas de haber sido establecida. Hoy por hoy, cualquier estudiante de las varias carreras de Geografía y afines que ofrecen la UNAM y otras instituciones de educación superior en toda la República puede realizar el posicionamiento satelital de un sitio en nuestro país u observarlo en una imagen de satélite desde su propia casa.
Cuando Vivó y Tamayo escribieron sus sendas obras, la información geográfica era un bien escaso; en la actualidad, la cuantía de datos que se produce y difunde de manera incesante es inmensa. En un parpadeo, pasamos de la sequía a la inundación. La revolución tecnológica, por no decir de conciencia, que ha impulsado la digitalización no solo ha enriquecido en proporciones colosales nuestra capacidad de generar información, también nos permite imprimir velocidad y precisión al análisis; al mismo tiempo, ha facilitado su difusión prácticamente inmediata.
Así las cosas, la integración de una obra como Geografía de México implicó, sobre todo, un arduo reto para los criterios de pertinencia y relevancia y un esfuerzo formidable de síntesis. En este orden de ideas, de la pura revisión del índice resulta palmario que el objetivo general que se planteó alcanzar con la obra fue la guía que permitió subsumir de forma adecuada cada uno de sus componentes: “…elaborar un nuevo texto, de profundidad académica y didáctica, que actualizara el conocimiento del territorio mexicano; un libro que presentara temas actuales a escala nacional y que permitiera la comprensión de las relaciones fundamentales entre naturaleza, sociedad, economía y cultura, y que a la vez contribuyera, como libro de texto para universitarios o estudiantes de nivel medio superior, a mejorar la calidad de la educación en México…”.
La realización de este libro —una empresa científica y editorial de gran envergadura—, además de la plataforma institucional de la UNAM contó con el apuntalamiento tanto del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) como del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), de cuyo fondo sectorial fue beneficiaria (Fondo CONACYTINEGI. Proyecto 209043). Con un tiraje en su primera edición de 2 mil ejemplares, es una obra de gran formato, en dos tomos, pasta dura e impresión a todo color. Con un total de casi 800 páginas foliadas, descontando los textos preliminares, la publicación está formada por cuatro grandes secciones temáticas: la Naturaleza y su interacción con el ser humano, las tecnologías en el corazón de las problemáticas geográficas nacionales, la sociedad y su dinámica territorial y, por último, la actividad económica mexicana en el contexto global.
Para su integración, participaron 95 autores, cuyos artículos (48 en total) tuvieron que pasar por el filtro de la mirada crítica de 34 dictaminadores. La mayoría de los firmantes son investigadores del Instituto de Geografía: “…más de 70 por ciento de su personal participa directamente en la redacción del capitulado…” —señaló el doctor Moncada Maya—, aunque también colaboraron expertos de otras escuelas y planteles de la propia UNAM (como los institutos de Geología, de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad, y de Investigaciones Económicas; el Centro de Geociencia, el de Investigaciones en Geografía Ambiental y el Regional de Investigaciones Multidisciplinarias), además de las facultades de Ciencias y de Filosofía y Letras, así como de otras instituciones de educación superior (El Colegio de México, El Colegio de la Frontera Norte, las universidades autónomas de San Luis Potosí, del Estado de México, la Benemérita de Puebla y la Michoacana de San Nicolás de Hidalgo) e, incluso, del INEGI.
La sección dedicada a la interacción natura-cultura consta de 17 artículos, en tanto que los dos apartados que abordan desde la perspectiva espacial las dimensiones sociodemográfica y socioeconómica de nuestro país suman 25 ensayos. La parte enfocada al abordaje del análisis geográfico desde su ingrediente tecnológico contiene seis textos. La cantidad de los asuntos que abordan es pletórica: marco tectónico regional, relieve, regiones geomorfológicas, procesos de remoción, estructura y dinámica costera, terremotos y tsunamis, geodiversidad, geopatrimonio, clima, hidrología, erosión, fisiografía, tipos de suelo, vegetación, paisaje, fotogrametría, sistemas de información geográfica, fronteras…; temas demográficos como distribución, estructura por edad y sexo, migración…, además de asuntos como vulnerabilidad, regionalizaciones económicas, metropolización, turismo… Este listado, claro, no pretende ser exhaustivo, sino apenas ilustrativo de la opulencia conceptual de la obra.
Por supuesto, la lectura de Geografía de México. Una reflexión espacial contemporánea permite hacerse de “…una propuesta sintética [y acreditada, me permito agregar] de las circunstancias actuales del territorio mexicano…”, pero también ofrece un horizonte teórico y conceptual en materia de Geografía puesto al día. Además de las bibliografías correspondientes, al final de cada artículo se incorporan sendos glosarios de términos, lo cual confiere un valor agregado importante al libro.
Ésta es una obra para leer con calma, para reflexionar de manera informada y para disfrutarse con los ojos; además de casi tres centenares de gráficas, figuras y tablas, incorpora más de 50 tomas aéreas y satelitales, casi un centenar de fotogra-fías y, por supuesto, mucha cartografía: más de 150 mapas.
Destaco un acierto editorial más: el libro puede encontrarse en línea en versión digital (flip book). No hay pretexto, pues, para no hacerse de un extraordinario soporte científico para poder aterrizar la reflexión acerca de una realidad que nos urge actualizar: México.