Determinantes de la satisfacción de vida de las personas en las ciudades de la frontera norte de México

 

Vol.7 Núm.1                                                      Determinantes de la satisfacción…

 

En el presente trabajo se utiliza una base de datos sobre la satisfacción de vida de las personas en 26 ciudades mexicanas. En particular, se pretende ver si existen diferencias entre las urbes fronterizas con los Estados Unidos de América (EE.UU.) (cuatro de las 26) y el resto. Como en otros estudios semejantes, en las metrópolis fronterizas, tener educación superior aumenta la satisfacción de vida, pero contrario a lo que sucede en otras investigaciones, el ingreso por el trabajo tiene un efecto positivo y estadísticamente significativo en la satisfacción de vida reportada en la Encuesta sobre Calidad de Vida en Hogares en 26 Ciudades Mexicanas para las ciudades fronterizas.

Palabras clave: satisfacción de vida; frontera México-EE.UU.; ingreso por trabajo.                                                                                         

 

We use a database on life satisfaction in 26 Mexican cities to find differences between four cities in the US-Mexican border and other Mexican cities. As with other similar databases college education increases life satisfaction, but contrary to other studies we find that labor income has a positive and statistical significant effect on reported life satisfaction in the US-Mexican border cities.

Key words: life satisfaction; U.S.-Mexican border; labor income.

 

 

 

 

Recibido: 13 de noviembre de 2014.
Aceptado: 21 octubre de 2015.

 

Introducción

¿Qué determina que alguien esté satisfecho con su vida? En algunos estudios (por ejemplo, Rojas, 2005 y Peiró, 2006) se ha encontrado que el ingreso, a partir de cierto nivel, no es un determinante muy importante de la felicidad reportada. A pesar de ello, Peiró (2006) encuentra que sí lo está con la satisfacción de vida reportada.

Este artículo utiliza los datos de la Encuesta sobre Calidad de Vida en Hogares de 26 Ciudades Mexicanas (ECVH) realizada por el Colegio de la Frontera Norte y la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL) durante diciembre del 2005 y enero del 2006, y se enfoca, principalmente, en las cuatro ciudades fronterizas de México con EE.UU.: Tijuana, Mexicali, Ciudad Juárez y la Zona Metropolitana (ZM) de Reynosa-Río Bravo, aunque aprovecha la información de otras zonas metropolitanas para hacer una comparación.

El objetivo de este documento es encontrar qué características de las personas ayudan a que se sientan más satisfechas con su vida. En especial, se busca ver si el ingreso por trabajo tiene una influencia importante en la satisfacción de vida de las personas en las ciudades fronterizas.

El artículo discute, primero, el procedimiento estadístico que se siguió y las limitantes que tiene este tipo de estimaciones, en especial por la naturaleza subjetiva de las respuestas a las preguntas de satisfacción de vida. A continuación, se hace una pequeña reseña de la base de datos de la ECVH. Después, se analizan diferencias regionales en los datos en cuanto a su posible efecto con la satisfacción de vida de las personas. Basado en esta sección, se hace una estimación probit para las cuatro ciudades fronterizas donde la variable dependiente es la respuesta a la pregunta de satisfacción de vida y se analizan los resultados. Finalmente, se presentan las conclusiones obtenidas.

1. Procedimiento estadístico y sus limitantes

Al hablar de satisfacción de vida de las personas entramos en el terreno de la subjetividad. Al contestar una pregunta como: “En lo general, ¿cuál es el grado de satisfacción con la vida que lleva?”, las mismas respuestas tienen significados distintos para cada persona. Kruger y Schkade (2007) encuentran que, con una diferencia de una semana entre dos encuestas, los mismos entrevistados contestan distinto sin que se observe que algo haya cambiado para justificar la modificación en la respuesta. Si un mismo encuestado no tiene un concepto claro de qué significa su respuesta, no se puede esperar que las respuestas, de naturaleza ordinal, de dos personas distintas signifiquen lo mismo. Sin embargo, estos mismos autores encuentran que la correlación que existe entre las respuestas antes mencionadas es suficientemente alta para que valga la pena realizar estudios con este tipo de datos.

La comparación interpersonal de respuestas es un problema conceptual muy importante; la teoría económica basada en la optimización de las preferencias no permite la comparación de bienestar o utilidad personal, ya que ésta tiene una naturaleza ordinal. Sin embargo, gran parte de la literatura empírica que utiliza datos sobre satisfacción personal utiliza el supuesto de que los niveles de satisfacción son comparables. Una excepción es van Praag et al. (2001), que utilizan un sistema de ecuaciones simultáneas, donde las respuestas a varias preguntas de satisfacción se determinan al mismo tiempo y, con base en estos estimados, se determina la satisfacción de vida de los individuos. Así, ésta depende de las percepciones personales y se disminuye la comparación interpersonal.

En este artículo se realizan algunas comparaciones interpersonales al hacer el análisis. La razón principal es que los datos no se prestan para hacer un estudio similar al de van Praag et al. (2001). Para disminuir un poco este problema, a pesar de que la pregunta de satisfacción de vida tiene cuatro posibles respuestas (Muy satisfecho, Satisfecho, Poco satisfecho e Insatisfecho), sólo se considera que la gente está satisfecha cuando reporta estar muy satisfecha. La razón para hacerlo así es que la respuesta Muy satisfecho parece más probable que tenga una interpretación similar de distintas personas.

La estimación más importante es un modelo probit, donde la variable dependiente toma el valor de 1 cuando la gente responde Muy satisfecho a la pregunta: “En lo general, ¿cuál es el grado de satisfacción con la vida que lleva?”. Al escoger utilizar sólo dos respuestas a la pregunta (Muy satisfecho y No muy satisfecho), se está renunciando a utilizar un probit ordenado; pero, como se explicó arriba, hay razones de tipo conceptual para hacerlo así.

Datos

Como ya se mencionó, se utilizó la información de la ECVH, la cual permite analizar posibles determinantes de la satisfacción de las personas como la seguridad, las relaciones familiares, el haber sido víctima de discriminación o de algún delito, las actividades deportivas, etcétera.

El énfasis del estudio se hizo en las ciudades fronterizas, pero se usaron las otras regiones de la base de datos simplemente como punto de comparación, la cual contempla 26 ciudades que fueron divididas en cuatro regiones:

• Ciudades fronterizas. Incluye Tijuana, Ciudad Juárez, Mexicali y Reynosa-Río Bravo.

• Ciudades del norte sin ser frontera. Se consideran Monterrey, La Laguna-Torreón, San Luis Potosí-Soledad de Graciano Sánchez, Chihuahua, Tampico, Saltillo, Hermosillo y Culiacán.

• Valle de México. Es la Zona Metropolitana del Valle de México.

• Resto del país. Corresponde a Guadalajara, Puebla- Tlaxcala, Toluca, Mérida, Querétaro, Aguascalientes, Cuernavaca, Acapulco, Veracruz, Morelia, Xalapa, Villahermosa y León.

Para todos los cálculos se utilizó la información de los hogares, siempre y cuando el entrevistado haya sido el jefe de hogar, el cónyuge o un hijo mayor de 18 años de edad; para algunos, también se eliminaron las observaciones que no reportaron ingresos ya sea por trabajo o totales y las que reportaron ingresos totales iguales a cero. También, se eliminaron algunas observaciones que no cumplían estos requisitos, pero se consideró que si el entrevistado era otra persona podía no saber datos sobre ingresos de la familia.

La base de datos cuenta con observaciones que representan a gente según el ponderador de la ECVH. En la tabla 1 se muestra el número de observaciones y de personas representadas por región y por zona metropolitana para el caso de las ciudades fronterizas.

 

La variable más importante es, como se mencionó, la de satisfacción de vida. En la tabla 2 se puede ver que el porcentaje de gente muy satisfecha con su vida es relativamente alto en el norte del país, incluyendo a las ciudades fronterizas. Esto a pesar de que el porcentaje de personas que responde que está insatisfecha con su vida es muy similar en todo México. En las ciudades de la frontera, sin embargo, Tijuana y Mexicali tienen niveles de satisfacción1 mayores a 40.0%, mientras que Ciudad Juárez tiene apenas 25.8 por ciento.

 

Una de las primeras preguntas es si la satisfacción de vida está afectada por el ingreso de las personas, en especial los que provienen del trabajo, que son un indicativo también de logros laborales. En la tabla 3 y la figura 1 se muestra el porcentaje de personas muy satisfechas por región y por decil de ingreso por trabajo dentro de su ciudad. El objetivo de usar deciles de ingreso dentro de la ciudad es que no sólo se quiere captar el efecto por sí mismo del ingreso en la satisfacción de vida sino, también, un probable efecto de la privación relativa (relative deprivation, en inglés). Es decir, una posible fuente de insatisfacción de los individuos es el carecer de lo que tienen otras personas en su comunidad (ver Stark, 1984 y Stark y Yitzhaki, 1988, por ejemplo).

 

Como se puede ver, en todas las regiones el decil más bajo de ingresos reporta una satisfacción mayor que los siguientes (hasta el sexto o séptimo); salvo alguna excepción (de forma notable el cuarto decil de las ciudades fronterizas y el Valle de México), la satisfacción aumenta a medida de que aumenta el ingreso a partir del segundo decil. Esto es consistente con la idea de que la gente con menores restricciones económicas, mayor éxito laboral y menos desutilidad o insatisfacción porque otras personas tengan más que ellas está más satisfecha con su vida. Como se mencionó, el concepto de satisfacción no es el mismo para todos los individuos, esto podría explicar que la gente en el decil más bajo reporte mayor satisfacción en promedio que la que tiene mayores ingresos. Una posible explicación es que la gente en el segundo, tercero y cuarto deciles siente que se ha esforzado mucho para conseguir muy poco, mientras que los más pobres pueden no tener ese sentir. Esto no quiere decir que los de mayores ingresos se hayan esforzado más que los más pobres, sino que sienten que lo han hecho.

Como se ha mencionado, al interesarse principalmente en una respuesta subjetiva de la gente, las comparaciones interpersonales son más difíciles. Otro aspecto que se debe tomar en cuenta es que la pregunta que se hace en la ECVH puede ser interpretada de una forma absoluta o condicional, pues textualmente dice: “En lo general, ¿cuál es el grado de satisfacción con la vida que lleva?”. Aunque no es condicional a la situación inicial de las personas, es muy probable que así se interprete, es decir, existe la posibilidad de que la gente se sienta satisfecha o no con su vida, dado que recibieron cierta educación, cierta posición social inicial, etcétera. Aun cuando el cuestionamiento no está hecho así, se podría interpretar como uno sobre la satisfacción que tiene el encuestado de lo que ella o él ha hecho de su vida. Estas diferencias de interpretación pueden hacer que las respuestas sean muy distintas. Se quiere pensar que estas diferencias de interpretación se distribuyen más o menos de igual forma entre todos los posibles grupos de encuestados, no sesgando así los estimadores. Sin embargo, es muy difícil que así suceda, ya que los niveles de educación y, seguramente, su calidad varían mucho entre los encuestados.

En la tabla 4 se pueden ver datos de escolaridad de los encuestados por quintil de ingreso en su ciudad y región. Las ciudades fronterizas tienen una población con un nivel relativamente bajo de escolaridad para los quintiles más altos, pero en los dos más bajos hay relativamente poca gente que no estudió la primaria; 63.4% de la gente en el quintil más alto no tiene estudios universitarios, mientras que esta cifra no llega a 57% en el resto de las regiones. Se pueden hacer comparaciones semejantes para el resto de los quintiles. Esto quiere decir que la gente que tiene mayores ingresos por trabajo tiene menos educación formal en las ciudades fronterizas que en el resto del país. Esto puede deberse a que los retornos a la educación no son tan altos en las ciudades fronterizas como en el resto del país: la diferencia entre tener una carrera universitaria en el ingreso laboral de las personas es menor que en el resto del país, aunque el ingreso pueda ser mayor. A diferencia de los valores promedio de la satisfacción de vida, los niveles de educación por quintil de ingreso por trabajo de cada ciudad no varían mucho en las ciudades fronterizas (ver tabla 5). La única variación significativa es con la gente en el cuarto quintil de ingreso en el caso de Mexicali, que tiene un nivel educativo superior al resto del grupo correspondiente en el resto de las ciudades; esto puede deberse a que es la capital de Baja California y, por lo tanto, muchas personas en este quintil pueden estar trabajando en el gobierno estatal, mientras que el resto de las ciudades no tiene tanta gente trabajando en este sector.

 

Diferencias regionales

Entre las regiones se pueden observar ciertas diferencias en las respuestas de la gente que se reporta muy satisfecha con su vida. A continuación, se tratarán de encontrar esas diferencias en las variables que pueden afectar la calidad de vida.

Variables laborales

El trabajo y sus características pueden ser unas de las variables más importantes para determinar si alguien está satisfecho con su vida o no. Tener trabajo, que éste sea agradable, interesante, en el mercado formal, sin muchos riesgos de accidentes, sin grandes posibilidades de perderlo o ser dueño de una empresa2 son variables que pueden afectar de manera favorable la satisfacción de vida de una persona. El procedimiento para ver si éstas pueden afectar la satisfacción de vida va a ser un simple cruce de ellas. Basado en esa información, más adelante se harán estimaciones paramétricas.

De forma curiosa, el que una persona tenga trabajo no parece afectar la satisfacción de vida en promedio. Si se observa el porcentaje de individuos satisfechos que tienen trabajo y el de los que no lo tienen son muy semejantes (ver tabla 6), aunque esto puede deberse a que parte de los encuestados no son jefes de hogar. Algo parecido sucede cuando se analiza si el trabajo es en el sector formal o no para las ciudades fronterizas y el Valle de México.3 En la tabla 7 se puede ver que sólo en las urbes del norte que no son frontera y, sobre todo, en el resto del país hay un efecto claro de tener un trabajo formal en la satisfacción de vida.

 

La percepción de la seguridad del trabajo propio es un elemento que parece influir mucho en la satisfacción de vida de las personas en todas las regiones, con la excepción de las fronterizas, donde el efecto parece no ser importante. En la tabla 8 se muestran los porcentajes de personas muy satisfechas con su vida cuando consideran que su trabajo es muy seguro o seguro y cuando no lo consideran así. En todos los casos, la proporción de las satisfechas aumenta de forma considerable cuando consideran que su trabajo es seguro, salvo en el caso de las ciudades fronterizas donde, incluso, disminuye un poco; esto puede deberse a que el mercado laboral en las metrópolis de la frontera sea más flexible y la probabilidad de encontrar uno nuevo sea muy alta al momento de la encuesta, pudiendo mejorar con el cambio. Lo anterior se puede observar en la percepción de los encuestados en cuanto a las oportunidades de trabajo en su ciudad: 83.4% de ellos en las ciudades fronterizas contestaron que sí había muchas o bastantes oportunidades de empleo, mientras que esta proporción es 34.3% para el resto del país. Se debe tomar en cuenta que, de nuevo, se está trabajando con información subjetiva, ya que es la percepción de que su trabajo es seguro; los incrementos pueden afectarse también porque la gente que se siente satisfecha piensa que su trabajo es seguro, aunque objetivamente no sea así, esto es, puede ser que la gente que se siente satisfecha con su vida sea más optimista —lo cual esperaríamos en principio— y que perciba mayor seguridad en su empleo de la que tiene en realidad.

 

Otra variable que tiene efectos semejantes es la de la percepción de las personas sobre las oportunidades de trabajo que hay en su ciudad. De nuevo, en las urbes fronterizas no se aprecia un cambio en la satisfacción de vida de los que creen que hay muchas oportunidades de trabajo en la ciudad y los que no. En cambio, el aumento en el porcentaje de individuos satisfechos con su vida en el resto de las regiones es muy grande (ver tabla 9). Como en el caso de la percepción de seguridad del empleo propio, al ser una variable de percepción se puede tener el mismo efecto de optimismo. Otra posible explicación a que las ciudades fronterizas muestren un comportamiento distinto es que en la frontera las diferencias de percepción entre los que piensan que hay muchas o pocas oportunidades de trabajo sean menos significativas que en otras regiones, esto es, puede ser que la gente que piensa que no hay muchas oportunidades de empleo en las ciudades fronterizas tenga una mejor percepción de las oportunidades en su ciudad que la percepción que otra tiene en el resto del país. Esto puede deberse, entre otros aspectos, a que la pregunta invita a comparar las oportunidades de conseguir trabajo con lo que conocemos, ya sea espacial o temporalmente; si se comparan las oportunidades de empleo con las que había hace un par de años, pueden ser bajas, pero si se hace con las que hay en otros sitios, pueden ser altas. Como se explicó, la proporción de gente que contestó que hay muchas o bastantes oportunidades de empleo es muy superior en las ciudades fronterizas que en el resto del país.

 

El tener un negocio propio parece disminuir la satisfacción de vida de la gente en el Valle de México y en las ciudades del norte que no son frontera, mientras que en las fronterizas es donde se aprecia un aumento muy grande en el porcentaje de personas que se siente satisfecha con su vida (ver tabla 10). En principio, es posible pensar que debería tener un efecto bastante grande, ya que tener un negocio propio es un logro. Sin embargo, se puede pensar en dos situaciones que revierten esto: que el negocio sea propio, pero poco rentable y con poco ingreso (una pequeña miscelánea, por ejemplo), y que la persona hubiera preferido estar empleada en algún lado; la segunda, que probablemente sea más importante, es que el tener un negocio propio también implica asumir una serie de responsabilidades que pueden ser muy pesadas para mucha gente. Esto podría explicar por qué el efecto en unas ciudades es muy alto, mientras que no lo es en otras. Si los gobiernos locales ponen muchos problemas a los dueños de los negocios, esto afecta su satisfacción de vida, pero en las ciudades fronterizas tal vez los gobiernos locales son más cuidadosos de no ser un obstáculo para los negociantes, ya que éstos podrían abandonar más fácilmente el lugar; también, se debe tener en cuenta que en ellas los negocios también atraen a compradores que trabajan en EE.UU. y que tienen un ingreso mayor en muchos casos. Otra ventaja de tener un negocio en la frontera es que muchos clientes tienen ingresos en dólares y pagan en esa moneda, lo cual puede dar menor variación en los ingresos reales de los negocios.

 

Características personales

El vivir en una ciudad distinta a la de nacimiento parece tener un efecto negativo en la satisfacción de vida, salvo en el caso de las ciudades fronterizas, donde parece haber un pequeño efecto positivo; en ellas, 47.2% de la población reportó no haber nacido en esa ciudad, comparado con 34.4% de las demás ciudades. En la tabla 11 se puede ver que el efecto negativo es considerable, sobre todo en el Valle de México. Es de esperarse que si la gente ha tenido que migrar por razones de trabajo y no se encuentra cerca de su familia —salvo la inmediata— y algunos amigos, se sienta menos satisfecha con su vida; lo que llama más la atención es que no suceda lo mismo en las ciudades fronterizas; una posibilidad es que éstas tengan algunas características que los que nacieron ahí no aprecien tanto como los que han inmigrado. Otra posible explicación es que los nacidos fuera de la ciudad piensen que su nivel de vida se incrementó de manera sustancial por la migración y esto se refleje en una mayor satisfacción con lo que han hecho de su vida.

 

Una variable que nos puede indicar si alguien es indígena es si habla alguna lengua nativa, lo cual es usado, por lo normal, como un indicativo de esto, a pesar de las obvias excepciones que puede incluir y se va a suponer que quien habla una lengua indígena es indígena. Se ha encontrado que en las ciudades fronterizas, ellos tienen un menor nivel de satisfacción que los que no lo son. En el resto de las ciudades las diferencias son muy pequeñas (ver tabla 12). Sin embargo, la proporción de indígenas que está muy satisfecha con su vida es semejante al de las demás regiones, con la excepción de las ciudades del norte que no son frontera.

 

Como se podía esperar, la satisfacción de vida aumenta cuando las personas practican algún deporte. En la tabla 13 se puede ver que más personas reportan estar muy satisfechos con su vida (alrededor de 5%) entre los que hacen algún deporte comparado con los que no, salvo en el caso del resto del norte donde el aumento es mucho menor (2.2%).

 

Ser católico parece tener un efecto positivo sólo en las ciudades del norte que no son frontera. En el resto de las ciudades no se observa que tenga ningún efecto, lo cual puede ser porque 84% de la población se considera católica y no hay suficiente variación. En la tabla 13 se puede observar que las diferencias de porcentajes de gente satisfecha con su vida tiene variaciones pequeñas, salvo en el caso ya mencionado.

La gente que usa computadoras reporta niveles de satisfacción considerablemente más altos que la que no la utiliza (ver tabla 14), aunque es difícil pensar que haya en realidad un efecto importante en la satisfacción de vida por el uso de la computadora. Es más probable que se deba a un efecto por el ingreso; las personas que la utilizan por lo general tienen un ingreso mayor que las que no lo hacen. De hecho, mientras que 20.7% de la gente del decil más bajo usa una computadora, 85.6% lo hace en el decil más alto. Sin embargo, es posible que su utilización vaya emparejada por un mejor trabajo y que parte de las diferencias de la tabla 14 sean por esto.

 

Una variable que llama la atención es si hay cines, teatros o museos cerca de la vivienda donde residen. Hay aumentos sustanciales en el nivel de satisfacción de vida cuando sí los hay (ver tabla 15). Dos explicaciones parecen las más probables: la primera es que las colonias donde hay cines, teatros o museos son objetivamente mejores en muchos sentidos —y esta variable capta ese efecto—; la segunda también es subjetiva, puede ser que la gente que recuerda al momento de la entrevista que hay un cine, teatro o museo cerca sea porque asiste a ellos. Tal vez, busque y encuentre entretenimiento porque es una persona que ya tiene un nivel de satisfacción más o menos alto. En este segundo caso podría haber un problema de endogeneidad en nuestras estimaciones paramétricas.

 

Problemas sociales

La percepción que la gente tiene de su ciudad también puede afectar la satisfacción de vida. En la tabla 16 se presentan estos niveles para las personas que tienen la percepción de que la pobreza es un problema muy frecuente en la ciudad donde vive. Como se puede ver, quien percibe la pobreza como un problema frecuente tiene mayores niveles de satisfacción. Esto se puede deber a que la gente más consciente de los problemas ajenos también sea la que, en promedio, se siente mejor de sus logros, esto es, al darse cuenta de que hay muchos problemas a su alrededor, puede apreciar mejor sus propios logros y sentirse satisfecha de ellos. Algo semejante puede estar pasando también con la variable donde se les pregunta si perciben la inseguridad como un problema frecuente (ver tabla 17).

 

Por último, hay otras dos variables que pueden ser muy importantes: la primera es si el encuestado ha sentido alguna vez que no se le respetaron sus derechos (ver tabla 18). Se podría esperar que, si se ha presentado esta circunstancia, su satisfacción de vida disminuya; sin embargo, si la situación por la que no se le respetaron los derechos desapareció, podría tener el efecto contrario. Éste parece ser el caso de las ciudades fronterizas, donde el nivel de satisfacción es mayor para las personas a las que alguna vez no se les respetaron los derechos. Una posible explicación es que haya sucedido en otro lugar y no en la ciudad donde reside ahora.

 

La segunda variable importante es si la persona o su familia fue víctima de algún delito durante el 2005 (ver tabla 19). Tanto en las ciudades de la frontera como en el resto del país parece que no tiene ningún efecto, pero sí en el Valle de México y las ciudades del norte sin ser frontera. Se podría esperar que al haber sufrido un delito disminuya la satisfacción de vida, lo cual pasa de forma clara en las otras dos regiones. Una posible explicación es que los ricos sean más víctimas de delitos (o al menos los reportan más en la Encuesta) que los pobres. Aunque en los deciles medios las variaciones son muy pequeñas, 6.7% de la gente en el decil más pobre fue víctima de un delito, mientras que en el más alto la proporción fue de 17.4 por ciento.

 

Es importante entender que los datos son anteriores a que el gobierno de Felipe Calderón comenzara a combatir a los narcotraficantes de una forma directa. Entre el 2007 y 2011, la tasa de homicidios en México pasó de 8.1 a 23.5 por cada 100 mil habitantes (Heinle, Molzahn y Shirk, 2015:3), esto es, casi se triplicó en un periodo muy corto posterior a los datos de la Encuesta. Es poco afortunado que no se haya repetido el levantamiento, ya que hubiera dado la oportunidad de analizar mejor cómo la violencia afecta el bienestar de las personas.

Estimación paramétrica

Con base en la información de la sección anterior, el siguiente paso es estimar un modelo probit sencillo donde nuestra variable de satisfacción de vida es la dependiente. Como ya se mencionó, el hecho de que no es posible hacer comparaciones interpersonales con una variable subjetiva de satisfacción de vida hace que las estimaciones tengan implícitamente un problema. Sin embargo, este ejercicio puede ayudar a entender un poco qué variables sí tienen un efecto en la satisfacción de vida de las personas de las ciudades de la frontera mexicana con EE.UU. Se hubiera podido estimar un modelo probit ordenado y usar todas las respuestas disponibles para la pregunta de satisfacción de vida, pero, como ya se mencionó, la subjetividad de las respuestas puede reducirse un poco si sólo se toman las que reportan mucha satisfacción de vida. Por curiosidad, se hizo un análisis semejante para las personas que se reportan insatisfechas, pero los resultados no son estadísticamente significativos, quizá debido a que la gente tiene un poco de renuencia a decir que su vida es insatisfactoria, aunque así lo sienta. Como se puede ver en la tabla 2, los porcentajes de gente que se reportó insatisfecha son muy bajos.

Las variables utilizadas en la estimación se explican en la tabla 20 y los resultados se encuentran en la tabla 21. Las variables dicotómicas siempre toman un valor de 1 cuando es cierto y 0 cuando no lo es.

 

El grupo de referencia son los habitantes de Tijuana. Como se puede ver, vivir en Ciudad Juárez o en Reynosa-Río Bravo disminuye la probabilidad de reportar que uno está muy satisfecho con su vida con respecto a vivir en Tijuana, mientras que vivir en Mexicali la aumenta.

La mayor parte de los coeficientes son estadísticamente significativos y todos tienen el signo esperado. En general, la estimación es estadísticamente significativa y la pseudo-R2 es semejante a la reportada en otros estudios semejantes (por ejemplo, Peiró, 2006). La edad tiene un efecto positivo en la satisfacción de vida, lo cual significa que la gente mayor es más propensa a sentirse satisfecha con su vida. Cabe mencionar que, aun cuando el coeficiente es menor que en otras variables, al igual que en variables como el ingreso y el decil de ingreso, se multiplica por el valor de la variable con lo que aumenta bastante. Los ingresos por trabajo y la posición relativa dentro de la ciudad de ellos (el decil de ingreso) son ambos significativos y positivos, lo cual quiere decir que a mayor ingreso es más probable estar muy satisfecho con la vida, pero también parece haber un efecto de privación relativa, pues los efectos no parecen cancelarse al incluir ambas variables. A pesar de lo que se observa en la tabla 19, ser víctima de algún delito tiene un efecto negativo y significativo tanto estadística como económicamente. Esto tiene más sentido, ya que haber sido víctima reciente de un delito es una experiencia muy desagradable que puede afectar el estado de ánimo y la satisfacción de vivir en el lugar donde sucedió el delito.

Por otro lado, la percepción de que la pobreza es un problema muy frecuente en la ciudad tiene un efecto significativo y sustancial en la satisfacción de vida. Esto puede deberse a que la percepción de la pobreza de otros puede hacer apreciar más los logros propios.

En la figura 2 se separó la muestra en 20 cuantiles (vigintiles4) de ingreso y se muestran los valores promedio de la predicción del modelo para cada vigintil de ingreso en cada una de las ciudades, esto es, se hace la predicción del modelo para cada una de las observaciones y, después, se calcula el promedio ponderado (usando el ponderador de la ECVH, 2005 y 2006) para cada vigintil de ingreso por trabajo en cada una de las ciudades de la frontera con Estados Unidos de América.

 

Como se puede ver en la figura 2, la satisfacción de vida que predice el modelo es creciente con el ingreso. A pesar de que hasta el percentil 40, o incluso el 50, los valores que predecimos se mantienen similares; en todas las ciudades, los valores de los vigintiles más altos son alrededor del doble de los valores para el vigintil más bajo de ingreso por el trabajo. Pertenecer a los dos deciles más altos de ingreso por trabajo tiene un efecto importante en la satisfacción de vida en todas las ciudades de la frontera mexicana.

Consistente con las estimaciones de la tabla 21 y, estrictamente hablando, debido en parte a las estimaciones de la tabla 21, en la figura 2 se puede apreciar que las predicciones de nivel de satisfacción de vida de Mexicali son mayores a las de Tijuana, que a su vez son mayores que las de Ciudad Juárez y a las de Reynosa-Río Bravo, las cuales son semejantes entre sí.

Conclusiones

A pesar de que los datos de satisfacción de vida tienen una naturaleza subjetiva y la comparación interpersonal de éstos no es válida teóricamente hablando, en este artículo se ha tratado de encontrar qué variables pueden afectar la satisfacción de vida de las personas en las ciudades fronterizas mexicanas con EE.UU.; el resultado más sobresaliente es que el ingreso por trabajo de las personas tiene un efecto estadística y económicamente significativo, así como la posición relativa al resto de la gente en cuanto a ingresos por trabajo. En apariencia, los logros económicos de las personas sí influyen en la satisfacción de vida de quien habita en las ciudades fronterizas. Consistente a lo que se ha encontrado en otros estudios similares (Peiró, 2006 y Pew Research Center, 2014),5 la satisfacción de vida de los individuos en las ciudades de la frontera norte mexicana aumenta más entre mayor es el ingreso por el trabajo.

Haber terminado un grado de educación superior (licenciatura, maestría o doctorado), también tiene un efecto significativo en la satisfacción de vida de las personas en las ciudades fronterizas. Otro resultado interesante es que en Tijuana y Mexicali la gente reporta un nivel mayor de satisfacción de vida (aun controlando por el ingreso), al que se reporta en Ciudad Juárez y Reynosa-Río Bravo. Esto puede deberse a que las ciudades con las que hacen frontera tienen mayor ingreso, sobre todo en el caso de San Diego y Tijuana.

Por último, cabe señalar que la Encuesta se llevó a cabo antes de que comenzara la presidencia de Felipe Calderón, quien enfrentó de manera directa a los narcotraficantes a partir del 2007. Hoy en día, las percepciones de la gente pueden haber cambiado mucho, sobre todo en términos de los efectos que tiene la violencia en la satisfacción de vida, ya que durante el periodo del 2007 al 2011, la tasa de homicidios casi se triplicó (Heinle, Molzahny y Shirk, 2015).



Fuentes

Heinle, K., C. Molzahn y D. A. Shirk. Drug Violence in Mexico: Data and Analysis Through 2014, Special Report.

Justice in Mexico Project, Department of Political Science & International Relations University of San Diego, 2015.

Krueger, Alan B. y David A. Schkade. “The reliability of subjective well-being measures”. Working Paper 13027. Cambridge, MA., National Bureau of Economic Research (NBER), 2007.

Peiró, Amado. “Happiness, satisfaction and socio-economic conditions: Some international evidence”, en: The Journal of Socio-Economics. 35, 2006, 348-365.

Pew Research Center. People in Emerging Markets Catch Up to Advanced Economies in Life Satisfaction. Octubre de 2014.

Rojas, M. “A conceptual-referent theory of happiness: Heterogeneity and its consequences”, en: Social Indicators Research. 74 (2), 2005, 261-294.

Stark, Oded. “Rural-to-urban migration in less developed countries: A relative deprivation approach”, en: Stark, Oded. The migration of Labor. Basil Blackwell, Oxford y Cambridge, MA, 1991, pp. 87-101.
Stark, Oded y Shlomo Yitzhaki. “Labor migration as a response to relative deprivation”, en: Stark, Oded. The migration of Labor. Basil Blackwell, Oxford y Cambridge, MA, 1991, pp. 102-118.

Van Praag, B. M. S., P. Frijters y A. Ferrer-i-Carbonell. “The Anatomy of Subjective Well-being”. Discussion paper No. 265. Berlin, Deutsches Institut für Wirtschaftsforschung (DIW), 2001.

1 En lo sucesivo, niveles de satisfacción se refiere al porcentaje de individuos que contestaron que estaban muy satisfechos con su vida.

2 El ingreso por trabajo se tratará en un apartado especial. La información que se tiene acerca de las características del trabajo es bastante limitada, así que no todas las variables mencionadas van a analizarse.

3 Se supone que alguien pertenece al mercado formal cuando recibe alguna prestación, como pertenecer al IMSS o ISSSTE, etcétera.

4 A pesar de que parece no existir la palabra en español, sí la hay en inglés (vigintile), y ya que la raíz es latina, podemos suponer que nuestro nombre es correcto.

5 La ECVH es la primera encuesta de este tipo que se realiza en las ciudades de la frontera México-Estados Unidos de América.

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